/ miércoles 6 de marzo de 2024

¿Juez y parte?

El derecho de réplica es algo que todas las personas tienen la facultad de ejercer cuando piensan que su reputación se ve afectada por información que consideran errónea. La libre expresión para algunos es decir lo que sea sin importar nada. ¿Qué tan cierto es?

En México por décadas se contó con periodistas al servicio del poder público, grandes medios de comunicación se llamaron incluso soldados del PRI. Históricamente la relación Estado- Mass Media ha sido amor y odio. Porque guste o no, es el medio de comunicación el encargado de difundir todo lo que se considere importante para la sociedad, pero también no hay que ser ingenuos pues existen medios oficialistas al servicio de un régimen, algo que históricamente ha sido el pan de cada día de los mexicanos.

¿El derecho de réplica debe ser utilizado para que con pruebas se esclarezca la acusación que considera afecta la reputación del o los implicados? Si el comunicador, columnista o periodista da a conocer información sensible referente al poder político, esta debe ser sustentada y de ser considerada incorrecta por el Estado, este tiene la obligación moral de con sustento probatorio esclarecer la acusación, puesto que no importa si quien da a conocer la información es de alguna corriente ideológica política contraria, si es hijo, amigo, hermano, esposo o conocido de alguien que no agrada, pues la verdad es la única que vale.

La vida personal, política, íntima, familiar del comunicador no debe ser trascendente para la réplica del Estado a menos que sea indispensable para ello. El problema es que muchas réplicas vienen manchadas con información que no esclarece la acusación y solo se enfoca en la vida personal del comunicador, algo que no debe ser, a menos que dicha información sea de importancia para esclarecer la situación. El Estado debe hacerlo con pruebas fehacientes referentes a la acusación, no con la vida personal de quien hizo una pregunta o dio a conocer información incómoda.

El chayote, la mordaza, intimidación de algunos funcionarios y del mismo Estado ha existido durante décadas en algunos territorios del país. Hay buenos periodistas, algunos que arriesgan la vida en pro de informar, que intentan mantener la objetividad, de separar su ideología política de su trabajo, y gracias a ellos el mundo ha conocido la verdadera cara de sus gobernantes. De igual forma hay otros que han hecho su carrera al mero estilo de vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, han hecho su carrera periodística.

El periodista y la oposición son necesarios para mantener el balance de un país, sin ellos, cualquier régimen tarde o temprano termina en dictadura y el pueblo perdido.

"Que no se nos diga que la denuncia no vale si es hecha por alguien que compartió la corrupción. Recordemos que la verdad es la verdad aun en boca de judío" Guillermo Mendizabal Lizalde

El derecho de réplica es algo que todas las personas tienen la facultad de ejercer cuando piensan que su reputación se ve afectada por información que consideran errónea. La libre expresión para algunos es decir lo que sea sin importar nada. ¿Qué tan cierto es?

En México por décadas se contó con periodistas al servicio del poder público, grandes medios de comunicación se llamaron incluso soldados del PRI. Históricamente la relación Estado- Mass Media ha sido amor y odio. Porque guste o no, es el medio de comunicación el encargado de difundir todo lo que se considere importante para la sociedad, pero también no hay que ser ingenuos pues existen medios oficialistas al servicio de un régimen, algo que históricamente ha sido el pan de cada día de los mexicanos.

¿El derecho de réplica debe ser utilizado para que con pruebas se esclarezca la acusación que considera afecta la reputación del o los implicados? Si el comunicador, columnista o periodista da a conocer información sensible referente al poder político, esta debe ser sustentada y de ser considerada incorrecta por el Estado, este tiene la obligación moral de con sustento probatorio esclarecer la acusación, puesto que no importa si quien da a conocer la información es de alguna corriente ideológica política contraria, si es hijo, amigo, hermano, esposo o conocido de alguien que no agrada, pues la verdad es la única que vale.

La vida personal, política, íntima, familiar del comunicador no debe ser trascendente para la réplica del Estado a menos que sea indispensable para ello. El problema es que muchas réplicas vienen manchadas con información que no esclarece la acusación y solo se enfoca en la vida personal del comunicador, algo que no debe ser, a menos que dicha información sea de importancia para esclarecer la situación. El Estado debe hacerlo con pruebas fehacientes referentes a la acusación, no con la vida personal de quien hizo una pregunta o dio a conocer información incómoda.

El chayote, la mordaza, intimidación de algunos funcionarios y del mismo Estado ha existido durante décadas en algunos territorios del país. Hay buenos periodistas, algunos que arriesgan la vida en pro de informar, que intentan mantener la objetividad, de separar su ideología política de su trabajo, y gracias a ellos el mundo ha conocido la verdadera cara de sus gobernantes. De igual forma hay otros que han hecho su carrera al mero estilo de vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, han hecho su carrera periodística.

El periodista y la oposición son necesarios para mantener el balance de un país, sin ellos, cualquier régimen tarde o temprano termina en dictadura y el pueblo perdido.

"Que no se nos diga que la denuncia no vale si es hecha por alguien que compartió la corrupción. Recordemos que la verdad es la verdad aun en boca de judío" Guillermo Mendizabal Lizalde