/ martes 5 de diciembre de 2023

Aerolíneas y trenes sí mi sargento

No es un secreto que el ejército mexicano se ha empoderado a lo largo de toda la gestión del actual mandatario. Obrador, los utilizó casi para todo. En sus manos quedan aduanas, puertos, aeropuertos y trenes, áreas estratégicas que sin duda no deben quedar en manos de cualquiera.

Históricamente no existe un buen recuerdo de la cercanía del poder militar con el poder político, esa desagradable experiencia pondría a dudar lo conveniente que es empoderar al ejército mexicano nuevamente.

¿Por qué se ha empoderado al ejército nuevamente? Existen muchos factores que pudieran hablar a favor de ello. Primero, los mandos civiles fueron ambiciosos, déspotas y fácilmente corrompibles por las exorbitantes cantidades que ofrece el crimen organizado para permitirles traficar armas, estupefacientes y todo lo ilegal que deje altos dividendos económicos.

Aeropuertos y aduanas se convirtieron en puertas giratorias donde pasaba de todo a cualquier hora, dejando ver que la autoridad civil era corrompida o coaccionada al mero discurso de plata o plomo.

Las condiciones actuales de inseguridad en el país hacen inevitable que el ejército tome el poder en aduanas, aeropuertos, pues la maquinaria del crimen organizado ha permeado todos los niveles civiles, e incluso militares, pero los mandos civiles se han convertido incluso en brazos armados, oídos y ojos de los delincuentes a quienes se supone deben detener. De igual forma, la inquietante necesidad de los funcionarios mexicanos por privatizar toda obra pública orilla a proteger las obras insignia de la actual gestión concesionando al ejército, algo sin duda vergonzoso pues se supone que los funcionarios de elección popular son elegidos para ver el pro del pueblo, no de sus intereses mezquinos.

Otro factor que pocos parecen ver o darse cuenta que existe es el geopolítico. El actual panorama global, las crecientes tensiones con el vecino y principal socio económico de la región, Estados Unidos, amerita que el ejército esté en todas las áreas estratégicas del país, pues el peligro de una intervención estadounidense en el país para salvaguardar los intereses norteamericanos sigue latente y será así por bastante tiempo.

Se deben sumar todas las variables. Mando civil corrupto e ineficiente + funcionarios entreguistas privatizadores + aduanas y puertos en manos del crimen organizado + autoridad civil de brazo armado con el crimen organizado = empoderamiento del ejército.

Si disminuye la confianza del ciudadano en las instituciones civiles, dará como resultado ver de forma positiva el empoderamiento del ejército en todas las áreas que antes estaban en manos de mandos civiles. El tiempo habrá de decir si fue la decisión correcta, pero al menos hasta el momento lo parece.

Por último, siempre sí habrá aumento salarial en el norte, a partir del 1ro de enero el salario mínimo será de poco más de 370 pesos diarios.

No es un secreto que el ejército mexicano se ha empoderado a lo largo de toda la gestión del actual mandatario. Obrador, los utilizó casi para todo. En sus manos quedan aduanas, puertos, aeropuertos y trenes, áreas estratégicas que sin duda no deben quedar en manos de cualquiera.

Históricamente no existe un buen recuerdo de la cercanía del poder militar con el poder político, esa desagradable experiencia pondría a dudar lo conveniente que es empoderar al ejército mexicano nuevamente.

¿Por qué se ha empoderado al ejército nuevamente? Existen muchos factores que pudieran hablar a favor de ello. Primero, los mandos civiles fueron ambiciosos, déspotas y fácilmente corrompibles por las exorbitantes cantidades que ofrece el crimen organizado para permitirles traficar armas, estupefacientes y todo lo ilegal que deje altos dividendos económicos.

Aeropuertos y aduanas se convirtieron en puertas giratorias donde pasaba de todo a cualquier hora, dejando ver que la autoridad civil era corrompida o coaccionada al mero discurso de plata o plomo.

Las condiciones actuales de inseguridad en el país hacen inevitable que el ejército tome el poder en aduanas, aeropuertos, pues la maquinaria del crimen organizado ha permeado todos los niveles civiles, e incluso militares, pero los mandos civiles se han convertido incluso en brazos armados, oídos y ojos de los delincuentes a quienes se supone deben detener. De igual forma, la inquietante necesidad de los funcionarios mexicanos por privatizar toda obra pública orilla a proteger las obras insignia de la actual gestión concesionando al ejército, algo sin duda vergonzoso pues se supone que los funcionarios de elección popular son elegidos para ver el pro del pueblo, no de sus intereses mezquinos.

Otro factor que pocos parecen ver o darse cuenta que existe es el geopolítico. El actual panorama global, las crecientes tensiones con el vecino y principal socio económico de la región, Estados Unidos, amerita que el ejército esté en todas las áreas estratégicas del país, pues el peligro de una intervención estadounidense en el país para salvaguardar los intereses norteamericanos sigue latente y será así por bastante tiempo.

Se deben sumar todas las variables. Mando civil corrupto e ineficiente + funcionarios entreguistas privatizadores + aduanas y puertos en manos del crimen organizado + autoridad civil de brazo armado con el crimen organizado = empoderamiento del ejército.

Si disminuye la confianza del ciudadano en las instituciones civiles, dará como resultado ver de forma positiva el empoderamiento del ejército en todas las áreas que antes estaban en manos de mandos civiles. El tiempo habrá de decir si fue la decisión correcta, pero al menos hasta el momento lo parece.

Por último, siempre sí habrá aumento salarial en el norte, a partir del 1ro de enero el salario mínimo será de poco más de 370 pesos diarios.