/ lunes 11 de diciembre de 2023

La industria pesquera… el otro gran villano

Los océanos del mundo son sin duda la mayor bóveda de CO2, el mayor consumidor del dióxido de carbono que los humanos liberan a la atmósfera,causante del efecto invernadero y sinfín de problemas que abonan al problema mayor…el calentamiento global.

Ganadería, minería y pesca son sin duda el tridente de la muerte para el planeta, causantes de daños casi irreparables en los ecosistemas, además de utilizar grandes cantidades de recursos naturales para llevar a cabo su labor, el daño es doblemente catastrófico.

Las cabezas de ganado contribuyen enormemente a la liberación contaminantes a la atmósfera, pero no solo eso, su industria necesita grandes cantidades de agua para cada cabeza de ganado, así como grandes cantidades de alimento que se traduce en una mayor explotación del campo para alimentar no principalmente a los seres humanos, sino a los animales de granjas, quienes al final terminan siendo alimento de las personas, dejando una huella de carbono inimaginable.

El derrame de químicos por parte de Grupo México del presuntamente infame Germa L. en el Río Sonora es solo una pequeña prueba de lo altamente dañino que resulta para el planeta la actividad minera.

Por último, la pesca es otro gran problema que parece importarle a ningún gobierno del mundo, pues aunque supuestamente se cuenta con zonas protegidas, las cuales son una misera parte del vasto océano, zonas que no son protegidas como el nombre lo dice por ningún gobierno del mundo pues es una simulación a la solución del problema.

Por años se ha manejado sobre la importancia de conservar la selva, bosques, pero poco se aborda el tema de lo sumamente importante que es el océano, pues mientra los activistas se preocupan por las fajillas y los plásticos, poco hablan del verdadero problema, el terrible impacto de la industria pesquera.

Las leyes globales para la protección del océano son una bazofia, pues no hacen nada en contra de la pesca, tampoco las asociaciones ambientales más famosas le dan el interés que requiere. Algunas de esas asociaciones o activistas reciben dinero de las mismas compañías pesqueras, así que por razones económicas no se atreven a abordar el problema como se debe.

Los océanos son la defensa más grande contra el cambio climático, pero mientras se les siga ignorando, no va a importar si todos los autos son eléctricos, si tomas refresco sin fajillas de plástico, dejas de bañarte todos los días para ahorrar agua o apagas la luz de tu casa que no uses. Nada detiene más el calentamiento global que el océano, así que es momento de bajarle al consumo de mariscos, solo así se puede aminorar el enorme daño se hace al planeta, un océano sin peces dejará a la humanidad al borde de la extinción.

Los océanos del mundo son sin duda la mayor bóveda de CO2, el mayor consumidor del dióxido de carbono que los humanos liberan a la atmósfera,causante del efecto invernadero y sinfín de problemas que abonan al problema mayor…el calentamiento global.

Ganadería, minería y pesca son sin duda el tridente de la muerte para el planeta, causantes de daños casi irreparables en los ecosistemas, además de utilizar grandes cantidades de recursos naturales para llevar a cabo su labor, el daño es doblemente catastrófico.

Las cabezas de ganado contribuyen enormemente a la liberación contaminantes a la atmósfera, pero no solo eso, su industria necesita grandes cantidades de agua para cada cabeza de ganado, así como grandes cantidades de alimento que se traduce en una mayor explotación del campo para alimentar no principalmente a los seres humanos, sino a los animales de granjas, quienes al final terminan siendo alimento de las personas, dejando una huella de carbono inimaginable.

El derrame de químicos por parte de Grupo México del presuntamente infame Germa L. en el Río Sonora es solo una pequeña prueba de lo altamente dañino que resulta para el planeta la actividad minera.

Por último, la pesca es otro gran problema que parece importarle a ningún gobierno del mundo, pues aunque supuestamente se cuenta con zonas protegidas, las cuales son una misera parte del vasto océano, zonas que no son protegidas como el nombre lo dice por ningún gobierno del mundo pues es una simulación a la solución del problema.

Por años se ha manejado sobre la importancia de conservar la selva, bosques, pero poco se aborda el tema de lo sumamente importante que es el océano, pues mientra los activistas se preocupan por las fajillas y los plásticos, poco hablan del verdadero problema, el terrible impacto de la industria pesquera.

Las leyes globales para la protección del océano son una bazofia, pues no hacen nada en contra de la pesca, tampoco las asociaciones ambientales más famosas le dan el interés que requiere. Algunas de esas asociaciones o activistas reciben dinero de las mismas compañías pesqueras, así que por razones económicas no se atreven a abordar el problema como se debe.

Los océanos son la defensa más grande contra el cambio climático, pero mientras se les siga ignorando, no va a importar si todos los autos son eléctricos, si tomas refresco sin fajillas de plástico, dejas de bañarte todos los días para ahorrar agua o apagas la luz de tu casa que no uses. Nada detiene más el calentamiento global que el océano, así que es momento de bajarle al consumo de mariscos, solo así se puede aminorar el enorme daño se hace al planeta, un océano sin peces dejará a la humanidad al borde de la extinción.