/ miércoles 27 de noviembre de 2019

TIK TAK EMPRESARIAL

¡Mujer, aprende a emprender!

Al principio de nuestra vida laboral siempre nos preguntamos si lo que hacemos en ese momento nos dará frutos en el futuro, ejemplo una seguridad laboral, mejores salarios que nos permitan realizar planeaciones y aquellas mujeres que pasaron por una universidad acrecientan sus expectativas pensando en que esos estudios ayudaran a cumplir sus metas personales y laborales. Pero resulta que no es así, con el paso del tiempo nos damos cuenta de la competencia feroz que existe en el campo laboral. Luego, pensamos en estudiar posgrados aumentando nuestro capital humano a tal punto que las empresas consideran a esos candidatos sobreevaluados y éstas se declaran incapacitadas para pagar un sueldo alto a los que vienen de posgrados profesionales o de calidad. Luego de pasar esta decepción, muchos profesionistas, sobre todo las mujeres, terminan empleándose o subempleándose en algo que no corresponde a sus expectativas y mucho menos podrán ejercer lo que ellas estudiaron.

Es entonces cuando comenzamos a definir lo que es el éxito profesional y si realmente una profesión puede brindar lo que realmente esperas. Lo que es cierto que quien egresa de una universidad tiene mayores posibilidades de permanecer en un empleo de un nivel mucho más profesional digamos que medianamente pagado y a veces sin seguridad social. Muchas mujeres tienen sueños muchos más grandes y se lanzan a estudiar posgrados en su mayoría profesionalizantes con la expectativa de cambiar sus vidas económicas y personales a través de un grado. Sin embargo y por desgracia, cada vez son más las universidades que han aumentado dentro de sus currícula los posgrados profesionales y cada vez es mayor el número de egresados de estos posgrados, propiciando también una competencia fuerte en el mercado laboral. Cuando egresamos de un posgrado tenemos la idea de estar por encima de quien solo cursó por una carrera profesional y por ese esfuerzo merecer un mejor pago y una mejor posición dentro de una empresa. Déjenme decirles que no es así, por desgracia los posgrados profesionales en México han proliferado excesivamente, dejando de lado la calidad para convertirse en un negocio muy rentable, en el que cualquier candidato puede ingresar sin pasar por procesos de selección acordes con mejores perfiles, egresando de forma masificada personas con posgrado quienes cada vez más sufren las desilusiones del mercado laboral actual. Les diría que la solución pudiera ser el ser mayormente selectivos y estudiar posgrados de calidad que te permitan contar con conocimiento mucho más específicos a través de la investigación, pero la realidad es que son pocas las universidades que pueden valorar los posgrados de calidad y son escasos quien desean dedicarse exclusivamente a la docencia e investigación que es la formación que te brinda un posgrado de calidad y también quien esté dispuesto a pagar por esos conocimientos adquiridos que tienden a ser mucho más científicos. La gran mayoría desea tener un empleo en una empresa con status acorde a sus estudios y remunerado de forma adecuada, pero por desgracia las cosas son muy diferentes a lo que pensamos.

¿Y entonces qué hacer? A mi experiencia la solución se llama “emprender”, por más pequeño que sea el proyecto hay que emprender. Recuerda que si eres universitaria, con mayor razón tienen conocimiento de cómo emprender y si no lo eres, podrás buscar ayuda para ello pero nunca pares, ni te desanimes porque son bajas las posibilidades de emplearte en lo que esperabas, si no hay trabajo créalo tú misma, la lucha es diaria, recuerda y quien se da por vencido pierde, así que no te permitas perder, pues nacimos para ser ganadoras por más difícil que sea el camino del emprendimiento, la clave del éxito en tu negocio será la constancia y el no darte por vencido, déjame decirte que es un camino muy difícil donde sientes dolor a veces por muchas situaciones laborales. Pero al final te darás cuenta que es el camino más seguro, siempre y cuando seas constante y perseverante y no abandones tus sueños a la primera. Y recuerda, no necesitas grandes sumas de dinero para iniciar, todo con el tiempo mejora y aquí te van algunos ejemplos de qué proyectos puedes iniciar de acuerdo a nuestras épocas: Abrir un restaurante especializado en un nicho o mercado en específico, vender alimentos congelados o empanizados congelados, vender alimentos para niños, postres, comida internacional, productos con materiales reciclados, venta de regalos personalizados, envolturas de regalos creativas, joyería artesanal, venta de ropa para gorditos o flaquitos, renta de vestidos de noche, coaching de estilo, maquillista profesional, manicurista y pedicurista profesional, cursos en línea, cursos de belleza, asesora de idioma y asesora de niños entre otras. ¡No necesitan ser grandes proyectos y grandes inversiones para obtener ganancias!

¡Mujer, aprende a emprender!

Al principio de nuestra vida laboral siempre nos preguntamos si lo que hacemos en ese momento nos dará frutos en el futuro, ejemplo una seguridad laboral, mejores salarios que nos permitan realizar planeaciones y aquellas mujeres que pasaron por una universidad acrecientan sus expectativas pensando en que esos estudios ayudaran a cumplir sus metas personales y laborales. Pero resulta que no es así, con el paso del tiempo nos damos cuenta de la competencia feroz que existe en el campo laboral. Luego, pensamos en estudiar posgrados aumentando nuestro capital humano a tal punto que las empresas consideran a esos candidatos sobreevaluados y éstas se declaran incapacitadas para pagar un sueldo alto a los que vienen de posgrados profesionales o de calidad. Luego de pasar esta decepción, muchos profesionistas, sobre todo las mujeres, terminan empleándose o subempleándose en algo que no corresponde a sus expectativas y mucho menos podrán ejercer lo que ellas estudiaron.

Es entonces cuando comenzamos a definir lo que es el éxito profesional y si realmente una profesión puede brindar lo que realmente esperas. Lo que es cierto que quien egresa de una universidad tiene mayores posibilidades de permanecer en un empleo de un nivel mucho más profesional digamos que medianamente pagado y a veces sin seguridad social. Muchas mujeres tienen sueños muchos más grandes y se lanzan a estudiar posgrados en su mayoría profesionalizantes con la expectativa de cambiar sus vidas económicas y personales a través de un grado. Sin embargo y por desgracia, cada vez son más las universidades que han aumentado dentro de sus currícula los posgrados profesionales y cada vez es mayor el número de egresados de estos posgrados, propiciando también una competencia fuerte en el mercado laboral. Cuando egresamos de un posgrado tenemos la idea de estar por encima de quien solo cursó por una carrera profesional y por ese esfuerzo merecer un mejor pago y una mejor posición dentro de una empresa. Déjenme decirles que no es así, por desgracia los posgrados profesionales en México han proliferado excesivamente, dejando de lado la calidad para convertirse en un negocio muy rentable, en el que cualquier candidato puede ingresar sin pasar por procesos de selección acordes con mejores perfiles, egresando de forma masificada personas con posgrado quienes cada vez más sufren las desilusiones del mercado laboral actual. Les diría que la solución pudiera ser el ser mayormente selectivos y estudiar posgrados de calidad que te permitan contar con conocimiento mucho más específicos a través de la investigación, pero la realidad es que son pocas las universidades que pueden valorar los posgrados de calidad y son escasos quien desean dedicarse exclusivamente a la docencia e investigación que es la formación que te brinda un posgrado de calidad y también quien esté dispuesto a pagar por esos conocimientos adquiridos que tienden a ser mucho más científicos. La gran mayoría desea tener un empleo en una empresa con status acorde a sus estudios y remunerado de forma adecuada, pero por desgracia las cosas son muy diferentes a lo que pensamos.

¿Y entonces qué hacer? A mi experiencia la solución se llama “emprender”, por más pequeño que sea el proyecto hay que emprender. Recuerda que si eres universitaria, con mayor razón tienen conocimiento de cómo emprender y si no lo eres, podrás buscar ayuda para ello pero nunca pares, ni te desanimes porque son bajas las posibilidades de emplearte en lo que esperabas, si no hay trabajo créalo tú misma, la lucha es diaria, recuerda y quien se da por vencido pierde, así que no te permitas perder, pues nacimos para ser ganadoras por más difícil que sea el camino del emprendimiento, la clave del éxito en tu negocio será la constancia y el no darte por vencido, déjame decirte que es un camino muy difícil donde sientes dolor a veces por muchas situaciones laborales. Pero al final te darás cuenta que es el camino más seguro, siempre y cuando seas constante y perseverante y no abandones tus sueños a la primera. Y recuerda, no necesitas grandes sumas de dinero para iniciar, todo con el tiempo mejora y aquí te van algunos ejemplos de qué proyectos puedes iniciar de acuerdo a nuestras épocas: Abrir un restaurante especializado en un nicho o mercado en específico, vender alimentos congelados o empanizados congelados, vender alimentos para niños, postres, comida internacional, productos con materiales reciclados, venta de regalos personalizados, envolturas de regalos creativas, joyería artesanal, venta de ropa para gorditos o flaquitos, renta de vestidos de noche, coaching de estilo, maquillista profesional, manicurista y pedicurista profesional, cursos en línea, cursos de belleza, asesora de idioma y asesora de niños entre otras. ¡No necesitan ser grandes proyectos y grandes inversiones para obtener ganancias!