La transparencia, la rendición de cuentas y una buena administración de las finanzas públicas sin duda son la clave para que un gobierno pueda salir sin observación de las auditorías aplicadas por el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, incluidas en la Cuenta Pública y avaladas por el pleno del Congreso del estado.
El pasado jueves y como cada octubre, mis compañeros y yo abordamos el tema de la Cuenta Pública 2019, previo a eso el ISAF entregó al Poder Legislativo con un mes de anticipación las auditorías a más de 170 sujetos obligados correspondientes a los ayuntamientos, Poderes del estado e instituciones no gubernamentales pero que reciben recursos públicos.
La postura de los diferentes grupos parlamentarios ante el pleno fue para señalar las inconsistencias encontradas en las auditorías del Instituto Superior de Auditoría y FIscalización, especialmente en las del gobierno del estado, ya que para muchos de los legisladores se corre el riesgo de daño patrimonial, declaración que en su momento fue reforzada por el auditor mayor.
Sin importar las siglas partidistas de los ayuntamientos, el Congreso del estado reprobó este jueves a nueve ayuntamientos en el manejo de sus finanzas, sin embargo resulta positivo que la lista de gobiernos municipales reprobados se redujo en comparación a la Cuenta Pública 2018, ya que en octubre del 2019 el Legislativo colocó en la lista negra a 31.
También resulta preocupante que en la revisión de las Cuentas Públicas de años anteriores y si bien es cierto no fueron aprobadas por la actual Legislatura, hay ayuntamientos que siguen estando en la lista negra desde el 2016, entonces ¿qué está pasando con estos sujetos obligados y dónde está la procuración de justicia ante los hechos encontrados por el ISAF? Puede ser que alcancen a solventarlas, pero levanta la sospecha de la recurrencia.
Como diputado tengo claro que debemos revisar las leyes, porque cada año que hay revisión de la Cuenta Pública siempre es lo mismo, municipios reprobados, acciones sin solventar y terminan su trienio y todo sigue igual. Debemos acabar este tipo de acciones y apretar el cinturón a los ayuntamientos, para que hagan lo correctos con las arcas municipales.
Lamentablemente, el próximo año la Cuenta Pública será aprobada por otra Legislatura, pero si desde ahorita nos ponemos de acuerdo los diputados para realizar modificaciones a las leyes, el panorama de los ayuntamientos puede cambiar y la percepción del ciudadano será otra.
