Hace un par de días, la Secretaría de Gobernación informó que en el 2020 los embarazos en adolescentes incrementaron casi un 3 por ciento durante la pandemia, en su mayoría apenas si alcanzan los 14 años de edad, situación que enciende los focos rojos porque muchos de esos casos se dieron por la violencia familiar. Esto pone a México en primer lugar a nivel mundial.
Como regidor e integrante de la Comisión de Educación de Cabildo y como docente tengo que claro que este trabajo es en coordinación con varias instancias, empezando por salud, seguridad, educación, DIF. Somos muchos los que debemos estar involucrados en este tema para evitar que la cifra siga incrementando, independientemente de las condiciones.
En el reporte presentado por la Secretaría de Gobernación detalla que en 2013 se registraron 152 mil 929 casos, para el 2015 la cifra se elevó a 189 mil 858, mientras que, en el 2020, según el informe, la cantidad de embarazos en adolescentes se remontó a 373 mil 661 nacimientos en madres menores de 18 años de edad, de esas 8 mil 876 fueron entre 12 y 14 años.
Ante eso, cifras que de verdad considero alarmantes, se propuso crea la ruta para la atención y protección integral de las niñas y adolescentes madres menores de 15 años en donde Sonora forma parte del proyecto, junto con otras nueve entidades, lo que considero un acierto porque la entidad está en los primeros lugares de violencia familiar, porque hay que decirlo, muchos de los embarazos se dieron por la violencia que se vive al interior de sus hogares.
Desde lo local, debemos trabajar de forma coordinada con las instancias estatales para salvaguardar la integridad de las y los adolescentes para evitar los embarazos, además de trabajar en temas de prevención, ya que como bien se dice el embarazo no es el peor de los casos, sino el contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual.
Desde el ayuntamiento también se debe trabajar en el tema, tanto en el DIF como en la creación de la Dirección de Atención a la Mujer, porque es primordial que las mujeres cuenten con un espacio en donde se puedan sentir seguras y tengan el apoyo del gobierno cuando situaciones de violencia se presenten en los hogares, además de salvaguardarlas tanto a las madres como a las hijas, pero si no generamos las condiciones, las políticas públicas, trabajar en la educación sexual y seguridad, la cifra para el 2021 se habrá duplicado, perdiendo toda oportunidad de llevar una vida de acuerdo con las necesidades las menores de 18 años.
