Dejar ir, para dejar llegar
Cuando recién egresé de la universidad, trabajé como ingeniero en una fábrica, todo era como se me había dicho que era ser exitoso: Tener un buen puesto, tener dinero, amistades, pareja, ser respetado… sin embargo, aún no me sentía exitoso.
Con el paso de los meses el entusiasmo se deterioraba, ya solo veía amanecer y anochecer cada día desde mi lugar de trabajo, no veía a mis amistades, ni a mi familia e incluso perdí la relación que tenía en aquel entonces por dedicarme totalmente al trabajo, dedicarme al “éxito”.
¿Te has preguntado alguna vez si lo que haces en tu vida te hace sentir exitoso? Me tomó años darme cuenta de lo que realmente quería para mi vida y más importante aún, lo que no quería. ¿Qué es lo que aspiras lograr en tu vida? ¿Ser un profesionista destacado que transforme al país? ¿Ser una persona famosa a nivel mundial? ¿Llegar a la iluminación? ¿Tal vez vivir tranquilamente y disfrutar la vida con un trabajo humilde pero honrado? Cualquiera que sea tu aspiración en la vida, necesitas que todo a tu alrededor te lleve hacia ese objetivo, cualquier otra cosa solo te agrega peso y distracciones. ¡Recuerda que nuestro tiempo y energía son limitados!
Te lo aseguro, tener una persona negativa, hacer un trabajo que no te gusta o tener un hábito que no te beneficia te puede hacer un daño incalculable, llevándote incluso a estancarte en la vida. Terminé renunciando a ese trabajo, porque aprendí que a pesar de ser el “éxito" para muchos, no me daba nada de éxito a mí. Desde entonces han llegado mejores ofertas de trabajo, tuve la oportunidad de viajar en bicicleta por el país, desarrollé mis negocios, continué estudiando un posgrado, disfruto como nunca a mi familia y amigos, llegó una maravillosa pareja con el mismo hambre de vivir la vida, tengo la oportunidad de escribirlo y compartirlo con ustedes en este medio, todo gracias a saber lo que quieres y eliminar lo que no. Claro que no es una fórmula mágica ¿o sí?
Es un esfuerzo de constante atención y tajante decisión para identificar los obstáculos y quitarlos de tu camino. Solo así tendrás esta maravillosa oportunidad de ser el escultor de tu vida, no sólo el espectador. En un principio probablemente te cause algún conflicto, pero es lo ideal, pues significa que vas camino al lugar al que verdaderamente perteneces, con las personas que al igual que tú desean lograr esas grandes aspiraciones. Cuando ser tú ya no sea motivo de conflicto, regocíjate y felicítate, ¡cualquier cosa que desees está al alcance de tu voluntad!
“¿Qué es aquello que te emociona tanto hacer, que, siendo la persona que eres hoy, no puedes lograr?”: Alex Gonzalex.
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