/ miércoles 3 de noviembre de 2021

Comunidad y Familia

SIN SENTIDO


¡Y yo que pensaba mis estimados lectores, que ya lo había mirado todo en la televisión! pero hace unos días me quede boquiabierta y muy desconcertada al ver en las noticias sobre la muerte de dos niñas, una de 11 y otra de apenas 9 años de edad, porque presuntamente se suicidaron al participar en el reto viral “el ahorcado” o “blackout challenge”. En la misma noticia se proyectaron escenas de jóvenes y adolescentes que se expusieron a un reto con un taladro que giraba un elote, y que al ser mordido por los chicos; algunos perdieron los dientes frontales y otros, perdieron parte del cuero cabelludo. No podía dar crédito a lo que veía, jóvenes emocionados exponiéndose a situaciones que rayaban en la estupidez, solo para ser compartidos en las redes sociales y ganar algo de popularidad.

Algunos de estos jovencitos, casi lloraban al ver el resultado de su odisea, cuando se vieron molachos y pelones, no podían esconder su desencanto, pero el daño ya estaba hecho.

Derivado de estos casos, en algunos estados como Oaxaca, Durango y Michoacán, la policía cibernética lanzó alertas a los padres de familia para tener un mayor control sobre el comportamiento de los menores en las redes sociales porque el nuevo reto viral ‘blackout challenge’ ha provocado suicidios al calificarlos del “juego de la muerte”. En la alerta piden a los cibernautas que no acepten el reto del ahorcado, no difundir este juego y no creer en todo lo que se publica en la red porque se corren riesgo de pérdida de conocimiento, daños psicológicos, daños físicos irreparables y la muerte. Es muy importante que las instancias de seguridad publica le den seguimiento a todos los sitios que publican amenazas disfrazadas a nuestros hijos e hijas en el ciber espacio, pero yo me pregunto ¿De qué sirven las medidas de ciberseguridad, si no les enseñamos o rescatamos el sentido común a nuestros jovencitos? Desde hace varios siglos, el famoso escritor y filósofo francés Voltaire advertía que el sentido común es el menos común de los sentidos, y a lo largo de nuestra vida oímos, de parte de muchas personas (padres, amigos, profesores), que continuamente nos dicen que usemos el sentido común, que para eso lo tenemos, para discernir lo que nos conviene hacer, pensar o decir en ciertos momentos. El sentido común se utiliza para designar la inteligencia que el ser humano ha desarrollado y que le permite manejarse de manera sensata en diferentes situaciones de su vida. Este sentido común se forma en casa, por el consejo, la plática y la interacción entre adultos y menores; y se da en el compartir de conocimientos, experiencias, advertencias y cuidados. Es el sentido común el que va a proteger de manera más eficaz a nuestros menores para que no se dejen engañar por invitaciones que nada tienen que ver con la protección de su cuerpo ni de su vida.

La plática reflexiva con nuestros hijos e hijas nos dará oportunidad para ayudarlos a hacer las elecciones correctas. Elecciones que sirvan para su crecimiento personal y el de las personas que los rodean, de manera que logren expresar lo mejor de ellos mismos y manifiesten el potencial para el cual han nacido. De nosotros depende hacer crecer la popularidad del sentido común en la próxima generación, para que no sigan viviendo sin sentido.

Muchas gracias por su compañía y hasta la próxima.

SIN SENTIDO


¡Y yo que pensaba mis estimados lectores, que ya lo había mirado todo en la televisión! pero hace unos días me quede boquiabierta y muy desconcertada al ver en las noticias sobre la muerte de dos niñas, una de 11 y otra de apenas 9 años de edad, porque presuntamente se suicidaron al participar en el reto viral “el ahorcado” o “blackout challenge”. En la misma noticia se proyectaron escenas de jóvenes y adolescentes que se expusieron a un reto con un taladro que giraba un elote, y que al ser mordido por los chicos; algunos perdieron los dientes frontales y otros, perdieron parte del cuero cabelludo. No podía dar crédito a lo que veía, jóvenes emocionados exponiéndose a situaciones que rayaban en la estupidez, solo para ser compartidos en las redes sociales y ganar algo de popularidad.

Algunos de estos jovencitos, casi lloraban al ver el resultado de su odisea, cuando se vieron molachos y pelones, no podían esconder su desencanto, pero el daño ya estaba hecho.

Derivado de estos casos, en algunos estados como Oaxaca, Durango y Michoacán, la policía cibernética lanzó alertas a los padres de familia para tener un mayor control sobre el comportamiento de los menores en las redes sociales porque el nuevo reto viral ‘blackout challenge’ ha provocado suicidios al calificarlos del “juego de la muerte”. En la alerta piden a los cibernautas que no acepten el reto del ahorcado, no difundir este juego y no creer en todo lo que se publica en la red porque se corren riesgo de pérdida de conocimiento, daños psicológicos, daños físicos irreparables y la muerte. Es muy importante que las instancias de seguridad publica le den seguimiento a todos los sitios que publican amenazas disfrazadas a nuestros hijos e hijas en el ciber espacio, pero yo me pregunto ¿De qué sirven las medidas de ciberseguridad, si no les enseñamos o rescatamos el sentido común a nuestros jovencitos? Desde hace varios siglos, el famoso escritor y filósofo francés Voltaire advertía que el sentido común es el menos común de los sentidos, y a lo largo de nuestra vida oímos, de parte de muchas personas (padres, amigos, profesores), que continuamente nos dicen que usemos el sentido común, que para eso lo tenemos, para discernir lo que nos conviene hacer, pensar o decir en ciertos momentos. El sentido común se utiliza para designar la inteligencia que el ser humano ha desarrollado y que le permite manejarse de manera sensata en diferentes situaciones de su vida. Este sentido común se forma en casa, por el consejo, la plática y la interacción entre adultos y menores; y se da en el compartir de conocimientos, experiencias, advertencias y cuidados. Es el sentido común el que va a proteger de manera más eficaz a nuestros menores para que no se dejen engañar por invitaciones que nada tienen que ver con la protección de su cuerpo ni de su vida.

La plática reflexiva con nuestros hijos e hijas nos dará oportunidad para ayudarlos a hacer las elecciones correctas. Elecciones que sirvan para su crecimiento personal y el de las personas que los rodean, de manera que logren expresar lo mejor de ellos mismos y manifiesten el potencial para el cual han nacido. De nosotros depende hacer crecer la popularidad del sentido común en la próxima generación, para que no sigan viviendo sin sentido.

Muchas gracias por su compañía y hasta la próxima.