Trayecto paisano
El éxodo anual de los paisanos migrantes que en diciembre vienen a reunirse con la familia es una cultura muy arraigada, sobre todo en México. Las carreteras registran un alto índice de tráfico vehicular y vivir en primera persona un transcurrir desde nuestras fronteras hasta las ciudades del interior o el otro extremo del país es toda una experiencia que no siempre es grata. Son viajes intranquilos, pues hay mucha publicidad negativa o avisos que desgraciadamente a veces son ciertos, de asaltos carreteros frecuentes a cargo de la delincuencia organizada y atrasos por la burocracia en las Aduanas Mexicanas, debido a la necesidad de sacar permisos para introducir mercancía o de internamiento vehicular, sobre todo cuando el auto en que se viaja es de matrícula de procedencia extranjera. Trámite que se puede hacer por internet y evitar esos retrasos del viaje y hasta malos ratos. El Gobierno Federal desplazó a bastantes elementos de Policía Nacional y Municipales que estuvieron al pendiente de cualquier acto delictivo y para revisar la legalidad de los documentos que acreditaban los permisos antes mencionados, pues se supone, estuvieron circulando documentos clonados, lo cual se antoja extraño, ya que son expedidos con el ya clásico símbolo QR, pero que nos habla de cómo los delincuentes cibernéticos se las arreglan con lo último en tecnologías, para seguir afectando a la población. Existe un clima de desconfianza y la pregunta es, si será la misma vigilancia siempre o si tan solo se trató de proteger los ingresos millonarios producto de la derrama económica que dejan los paisanos migrantes durante las vísperas navideñas al visitar a sus familias y comprarles cosas básicas necesarias y regalos, pues se notó también que la mayoría optaron por comprar en su localidad por miedo a ser despojados en el camino y debido a que ya todo se consigue en todas partes y a veces con escasas diferencias de pesos o centavos, debido al enorme e incesante comercio, donde las personas apuestan e invierten su patrimonio, para negociar mercancía de diferentes partes del mundo, con la esperanza de sobrevivir a el contexto actual, tan difícil en términos económicos, debido a la pandemia. Todo riesgo, cansancio y peripecia parece valer la pena a cambio de la recompensa de disfrutar los dulces y hermosos momentos de la tan esperada reunión con la familia. Felices fiestas. ¡Bienvenido paisano! Feliz Año Nuevo 2022.
