Guardianes de la historia
Ellos son los historiadores. Personas profesionistas que estudian la historia humana y que dan fe y veracidad a sucesos antiguos mediante investigación y análisis de datos y los cronistas, los encargados de recopilar y redactar en memorias físicas esos mismos hechos dignos de ser recordados y que le dan identidad a los pueblos y ciudades.
Tenemos en la localidad de San Luis Río Colorado a varias personas dedicadas a esos menesteres que para nada son procesos rápidos o actividad de entretenimiento para quien no tiene nada que hacer.
Llegar a tener entre las manos un libro que nos hable sobre los 72 municipios de Sonora, de su gente con sus usos y costumbres, su flora y fauna, efemérides y demás, no es fácil. Estamos hablando de años de trabajo exhaustivo en una coordinación entre los elementos adscritos a ese objetivo, en un trabajo de equipo que no admite egoísmo, ni ventaja, para ser protagonistas. El protagonista es el contenido de la historia misma que nos muestra el cómo y por qué estamos hoy aquí, disfrutando de lugares remod
elados y objetos que se antojan indispensables y que antes eran rudimentarios y limitaban en mucho la productividad y la calidad de vida de nuestros antepasados.
El 2 de diciembre próximo pasado, se presentó en el Lobby del Teatro del Río Colorado, en San Luis Río Colorado, el libro Antología “Terruño Sonorense”, escrito por ACROS (Asociación de Cronistas Sonorenses, asociados con la Sociedad Sonorense de Historia), el cual fue una producción del Instituto Sonorense de Cultura y otras dependencias gubernamentales y donde se vaciaron los resultados de las investigaciones de 24 cronistas estatales, entre ellos nuestra cronista honoraria local, maestra Gloria Mojardín Zavala, quien cuenta con otras obras literarias en el mismo contexto como “Golfo de Santa Clara”, una gran fuente literaria de información, a la que podemos acudir, cuando sea necesario saber de antecedentes y la evolución de la población y actividades de una localidad que forma parte muy importante en la economía nacional.
Obras como las antes citadas, deben estar en los acervos de Bibliotecas Municipales y escolares para apoyo de los educandos y ¿por qué no?, en las familiares. Estos valiosos libros están a la venta y el total de su costo va a dar a un Fondo Estatal Cultural que permite la producción y difusión de sus contenidos en favor de la culturización de las familias sonorenses.
