/ domingo 10 de octubre de 2021

FE Y RAZÓN

Fracaso o fracasado, tú marcas la diferencia


“El éxito o el fracaso en las relaciones y en los negocios se produce más por actitudes mentales que por capacidades mentales”: Walter Dill Scout.

Los seres humanos necesitamos aprender a valorarnos y a descubrir todo aquello que somos capaces de alcanzar. El primer paso es comenzar actuar, resolverse a hacer y realizar cada idea y pensamiento progresivo, descubrir los dones, las habilidades y el potencial con el cual fuimos equipados. Sin embargo, todos en algún momento atravesamos por circunstancias que no son las que esperamos, situaciones que necesitamos enfrentar y solucionar.

La diferencia entre ser un fracaso y un fracasado estará proporcionalmente relacionado con cómo te enfrentes y te posiciones delante de cada circunstancia que te desafíe. Fracaso no es nuestro enemigo a pesar de que la mayoría de las personas lo consideren como tal. Tampoco el fracaso determina la acumulación de nuestros objetivos, por el contrario solo es un indicador que nos debe hacer pensar y revalorar las estrategias que hemos venido utilizando y que hasta ahora no son las adecuadas ni las más exitosas en nuestro proyecto.

Solo la persona que se anima a desafiar sus propios errores y fracasos son los que llegan al éxito, pues un FRACASO es aceptar el error y aprender para mejorar, por el contrario el FRACASADO, es aquel que se estanca en el error, aunque vea claramente que los resultados son negativos y adversos.

Todos aprendemos de los fracasos, desde el niño que se esfuerza por caminar a base de caídas y golpes, desde el deportista que se supera a base de un duro aprendizaje y equivocaciones, la persona triunfadora sabe que el fracaso es solo un eslabón en la cadena a sus logros y a los resultados extraordinarios, pues EL FRACASO GENERA NUEVAS OPORTUNIDADES DE ÉXITO. PERO EL SENTIRSE FRACASADO NO, SIEMPRE SE SIENTE LASTIMADO Y CULPA AL OTRO POR SUS HERIDAS.

La persona exitosa se anima a correr riesgos y ve en ellos siempre nuevas oportunidades de éxito, los fracasados por el contrario se vive lamentando y quejándose, vive ausente de proyectos, sueños y metas, culpa al mundo y al destino de su vida porque es más fácil. El fracasado piensa que toda acción lo llevará a seguir fracasando, vive del pasado y no sabe cómo comenzar a vivir un presente y mucho menos cómo construir un futuro.

Sin embargo, el fracaso siempre es parte del proceso de aprendizaje, del avance y los logros, el fracaso convierte al individuo más perseverante y tenaz en lo que emprende, el fracaso nos adelanta a los sueños. Cuando nos damos permiso para fallar, al mismo tiempo nos estamos dando permiso para superarnos, esto lo dijo la musicóloga Eloise Ristad. Y recuerda que una persona con propósito no se detiene a envidiar los éxitos y los logros ajenos, por el contrario los celebra y los aplaude.


Fracaso o fracasado, tú marcas la diferencia


“El éxito o el fracaso en las relaciones y en los negocios se produce más por actitudes mentales que por capacidades mentales”: Walter Dill Scout.

Los seres humanos necesitamos aprender a valorarnos y a descubrir todo aquello que somos capaces de alcanzar. El primer paso es comenzar actuar, resolverse a hacer y realizar cada idea y pensamiento progresivo, descubrir los dones, las habilidades y el potencial con el cual fuimos equipados. Sin embargo, todos en algún momento atravesamos por circunstancias que no son las que esperamos, situaciones que necesitamos enfrentar y solucionar.

La diferencia entre ser un fracaso y un fracasado estará proporcionalmente relacionado con cómo te enfrentes y te posiciones delante de cada circunstancia que te desafíe. Fracaso no es nuestro enemigo a pesar de que la mayoría de las personas lo consideren como tal. Tampoco el fracaso determina la acumulación de nuestros objetivos, por el contrario solo es un indicador que nos debe hacer pensar y revalorar las estrategias que hemos venido utilizando y que hasta ahora no son las adecuadas ni las más exitosas en nuestro proyecto.

Solo la persona que se anima a desafiar sus propios errores y fracasos son los que llegan al éxito, pues un FRACASO es aceptar el error y aprender para mejorar, por el contrario el FRACASADO, es aquel que se estanca en el error, aunque vea claramente que los resultados son negativos y adversos.

Todos aprendemos de los fracasos, desde el niño que se esfuerza por caminar a base de caídas y golpes, desde el deportista que se supera a base de un duro aprendizaje y equivocaciones, la persona triunfadora sabe que el fracaso es solo un eslabón en la cadena a sus logros y a los resultados extraordinarios, pues EL FRACASO GENERA NUEVAS OPORTUNIDADES DE ÉXITO. PERO EL SENTIRSE FRACASADO NO, SIEMPRE SE SIENTE LASTIMADO Y CULPA AL OTRO POR SUS HERIDAS.

La persona exitosa se anima a correr riesgos y ve en ellos siempre nuevas oportunidades de éxito, los fracasados por el contrario se vive lamentando y quejándose, vive ausente de proyectos, sueños y metas, culpa al mundo y al destino de su vida porque es más fácil. El fracasado piensa que toda acción lo llevará a seguir fracasando, vive del pasado y no sabe cómo comenzar a vivir un presente y mucho menos cómo construir un futuro.

Sin embargo, el fracaso siempre es parte del proceso de aprendizaje, del avance y los logros, el fracaso convierte al individuo más perseverante y tenaz en lo que emprende, el fracaso nos adelanta a los sueños. Cuando nos damos permiso para fallar, al mismo tiempo nos estamos dando permiso para superarnos, esto lo dijo la musicóloga Eloise Ristad. Y recuerda que una persona con propósito no se detiene a envidiar los éxitos y los logros ajenos, por el contrario los celebra y los aplaude.