/ domingo 23 de abril de 2023

Mecanismos de defensa

Los mecanismos de defensa, como los conocemos y estudiamos hoy en día fueron presentados inicialmente por Sigmund Freud el padre del psicoanálisis, tienen la finalidad de protegernos y son los medios que utilizamos inconscientemente para afrontar situaciones difíciles, deseos, sentimientos y toda clase de asuntos que nos parezcan amenazantes para aceptar o enfrentar. A través de los mecanismos de defensa, distorsionamos, rechazamos o disfrazamos la realidad y reducimos la incomodidad emocional que dichas situaciones nos generan. Su presencia es inmediata de manera reactiva ante cualquier estimulo incomodo que nos pueda producir; miedo, ansiedad, culpa, dolor, enojo, preocupación.

Sin embargo el riesgo de no analizar o tener conciencia de ellos es que terminan dañando emocional y psicológicamente a la persona tomándolos como armadura permanente:

REPRESIÓN: impide que una idea, recuerdo o deseo peligroso salga a la conciencia

IDENTIFICACIÓN: cuando tomas como propias algunas características rasgos de personalidad o cualidades que pertenecen a otro.

PROYECCIÓN: Atribuir a otros los propios conflictos, cualidades, defectos, sentimientos, necesidades, fantasías o deseos.

NEGACIÓN: no aceptar una realidad interna o externa porque resulta difícil y amenazante enfrentarla

DESPLAZAMIENTOS: Dirigir o descargar hacia algo o alguien sentimientos o contactos que en realidad estén dirigidos a otro, un ejemplo, cuando alguien se desquita con la esposa o los hijos indefensos cuando la rabia al jefe nos paraliza.

EVASIÓN: evita afrontar una situación o sentimiento difícil de manejar a través de distracciones o conductas sustitutivas.

REGRESIÓN: volver a presentar conductas que correspondan a una etapa anterior ya superada, por ejemplo puede que cuando estés pasando por una etapa difícil de tu vida sueñes con que eres una criatura

FIJACIÓN: cuando la persona se detiene en un peldaño de escalera de su desarrollo en lugar de dar el paso siguiente por miedo a los riesgos.

COMPENSACIÓN: recuperarse de una inferioridad aparentando superioridad, por ejemplo ser presuntuoso de lo que hoy posees y careciste en etapas anteriores.

Cabe enfatizar que los sueños repetitivos sean los que sean desde pesadillas tormentosas hasta simples historias guardan material sumamente importante que vale la pena mucho analizar ya que ahí se esconden procesos inconscientes, conflictos internos, sin reconocer traumas no resueltos e incluso las respuestas y solución de los mismos.

Los mecanismos de defensa, como los conocemos y estudiamos hoy en día fueron presentados inicialmente por Sigmund Freud el padre del psicoanálisis, tienen la finalidad de protegernos y son los medios que utilizamos inconscientemente para afrontar situaciones difíciles, deseos, sentimientos y toda clase de asuntos que nos parezcan amenazantes para aceptar o enfrentar. A través de los mecanismos de defensa, distorsionamos, rechazamos o disfrazamos la realidad y reducimos la incomodidad emocional que dichas situaciones nos generan. Su presencia es inmediata de manera reactiva ante cualquier estimulo incomodo que nos pueda producir; miedo, ansiedad, culpa, dolor, enojo, preocupación.

Sin embargo el riesgo de no analizar o tener conciencia de ellos es que terminan dañando emocional y psicológicamente a la persona tomándolos como armadura permanente:

REPRESIÓN: impide que una idea, recuerdo o deseo peligroso salga a la conciencia

IDENTIFICACIÓN: cuando tomas como propias algunas características rasgos de personalidad o cualidades que pertenecen a otro.

PROYECCIÓN: Atribuir a otros los propios conflictos, cualidades, defectos, sentimientos, necesidades, fantasías o deseos.

NEGACIÓN: no aceptar una realidad interna o externa porque resulta difícil y amenazante enfrentarla

DESPLAZAMIENTOS: Dirigir o descargar hacia algo o alguien sentimientos o contactos que en realidad estén dirigidos a otro, un ejemplo, cuando alguien se desquita con la esposa o los hijos indefensos cuando la rabia al jefe nos paraliza.

EVASIÓN: evita afrontar una situación o sentimiento difícil de manejar a través de distracciones o conductas sustitutivas.

REGRESIÓN: volver a presentar conductas que correspondan a una etapa anterior ya superada, por ejemplo puede que cuando estés pasando por una etapa difícil de tu vida sueñes con que eres una criatura

FIJACIÓN: cuando la persona se detiene en un peldaño de escalera de su desarrollo en lugar de dar el paso siguiente por miedo a los riesgos.

COMPENSACIÓN: recuperarse de una inferioridad aparentando superioridad, por ejemplo ser presuntuoso de lo que hoy posees y careciste en etapas anteriores.

Cabe enfatizar que los sueños repetitivos sean los que sean desde pesadillas tormentosas hasta simples historias guardan material sumamente importante que vale la pena mucho analizar ya que ahí se esconden procesos inconscientes, conflictos internos, sin reconocer traumas no resueltos e incluso las respuestas y solución de los mismos.