/ viernes 11 de octubre de 2019

Comunidad y familia

YA LO PASADO…PASADO


Con seguridad hemos oído estas palabras y también las hemos pronunciado en un deseo de dar vuelta a la página o para dar por concluido un asunto complicado.

Si bien es cierto que estas palabras encierran una gran sabiduría, porque no podemos quedarnos atorados en algo que ya no existe, que no se puede revertir, así como las palabras hirientes que dijimos, ya no las podemos regresar a nuestra boca, esto de dejar el pasado atrás es más complicado de lo que parece.

Hace unos días, México recibió la triste noticia del fallecimiento de uno de sus más grandes intérpretes, el príncipe de la canción; de aquel que con su voz nos hizo enamorar, nos provocaba suspiros y hasta nos hizo llorar de tristeza por un amor no correspondido o por una dolorosa separación.

Lo más triste de todo, fue enterarnos de las precarias condiciones en que nuestro querido José José había vivido en sus últimos días, alejado de sus primeros hijos, despojado de todo lo que tenía, enfermo y desatendido por aquellos que decían amarlo; además de las intrigas que rodearon todo lo relacionado a sus restos y a sus funerales.

Claro que esto ha provocado enojo en nuestro pueblo, por el cariño tan grande que se le tiene dentro y fuera de nuestro país, pero dejando de lado el morbo que provocan ciertos programas; todo lo sucedido con José José nos presenta una oportunidad para preguntarnos:

Realmente lo pasado, se queda en el pasado? Como puedo vivir el presente a pesar del pasado? Personalmente creo que el pasado si interesa porque todo lo que el hombre y la mujer hacen tiene consecuencias, nada se queda sin efecto, todo lo que sembramos en la vida de otros y en nuestra propia vida, tarde que temprano nos da un fruto que podremos disfrutar o nos puede hacer muy miserables.

Creo que el pasado se debe quedar en el pasado, pero una vez que han sanado nuestras emociones, cuando hayamos aprendido a perdonarnos a nosotros mismos y a dar perdón a quienes nos han ofendido; una vez que hayamos renunciado al derecho de ofender al que nos ofendió primero. Esta es la mejor forma de que el pasado quede atrás para siempre.

En mis muchos años como maestra he visto a muchos niños y niñas que demostraban una condición de orfandad, reflejada en una profunda tristeza, como si estuvieran enfermos del alma. En algunos casos, ellos mismos me comentaban que estaban tristes porque sus papas tenían problemas muy grandes o que nunca veían a su papá, porque se había ido de la casa, algunos me decían que en casa no tenían que comer porque su papá no aportaba para los gastos.

He visto también a muchos padres de familia que cuando se separan de la madre de sus hijos, también se separan de ellos, los desconocen y los desprecian. Estos hijos e hijas que carecen de afirmación y de amor, son los más propensos a la depresión y al suicidio porque el vacío emocional que ellos llevan en su corazón de hijos, difícilmente lo podrá llenar otra persona y espero eso que algunos empiezan a llenar este vacío con alcohol, drogas, con malas amistades o con relaciones tóxicas.

También he conocido casos de ancianos que después de muchos años de no haber cultivado una buena relación con sus hijos, estos no responden cuando se trata de cuidar al padre en sus últimos años de vida, dejándolo a su suerte.

En una ocasión, escuchaba la queja de un conocido mío que decía que por más que trabajaba, el dinero no le alcanzaba, se le iba como agua entre los dedos, esto lo frustraba pues tenía compromisos que no podría cubrir. Como por un impulso yo le pregunte algo que lo dejo boquiabierto: sé que tienes hijos de tu primer matrimonio, le das dinero a tus hijos para sus necesidades más básicas? Con un poco de pena en su rostro me dijo: No, no les doy ni un solo peso. A lo que respondí: con razón, no te alcanza porque no puedes deshacer una responsabilidad legal y divina que tienes de cuidar y proveerle a tus hijos, al no hacerlo tus finanzas quedan sin protección, por eso no te alcanza. Con gusto he visto como este conocido entendió este principio, lo ha aplicado y su situación económica ha mejorado notablemente.

No sería más sencilla la vida mi estimado lector, si nos ocupamos de resolver algunos asuntos del pasado que aún nos provocan conflictos y dañan nuestras relaciones?

No sería mejor la vida para muchas familias, si ambos padres se dan una oportunidad para convivir con respeto y generosidad por el bien de los hijos?

Qué tal si tú te propones pasar la ofensa con la madre o el padre de tus hijos y vuelves a conectarte con ellos para estar presente en sus vidas, proveyendo para su bienestar; recordando que ellos son tu sangre y que son el más grande testimonio de tu paso por esta tierra.

Agradezco profundamente que hayas leído esta humilde reflexión mi querido lector, me despido compartiendo un párrafo de esta hermosa canción de nuestro José José. Hasta la próxima!!

"Tengo en la vida por quien vivir

Amo y me aman, soy feliz

Ya nunca más estaré

Solo y triste otra vez

Es el ayer, ya olvidé

Ya olvidé "

Elsa Oralia Cruz Guevara

Agradezco tus comentarios y aportaciones

elsitacruzita@gmail.com

YA LO PASADO…PASADO


Con seguridad hemos oído estas palabras y también las hemos pronunciado en un deseo de dar vuelta a la página o para dar por concluido un asunto complicado.

Si bien es cierto que estas palabras encierran una gran sabiduría, porque no podemos quedarnos atorados en algo que ya no existe, que no se puede revertir, así como las palabras hirientes que dijimos, ya no las podemos regresar a nuestra boca, esto de dejar el pasado atrás es más complicado de lo que parece.

Hace unos días, México recibió la triste noticia del fallecimiento de uno de sus más grandes intérpretes, el príncipe de la canción; de aquel que con su voz nos hizo enamorar, nos provocaba suspiros y hasta nos hizo llorar de tristeza por un amor no correspondido o por una dolorosa separación.

Lo más triste de todo, fue enterarnos de las precarias condiciones en que nuestro querido José José había vivido en sus últimos días, alejado de sus primeros hijos, despojado de todo lo que tenía, enfermo y desatendido por aquellos que decían amarlo; además de las intrigas que rodearon todo lo relacionado a sus restos y a sus funerales.

Claro que esto ha provocado enojo en nuestro pueblo, por el cariño tan grande que se le tiene dentro y fuera de nuestro país, pero dejando de lado el morbo que provocan ciertos programas; todo lo sucedido con José José nos presenta una oportunidad para preguntarnos:

Realmente lo pasado, se queda en el pasado? Como puedo vivir el presente a pesar del pasado? Personalmente creo que el pasado si interesa porque todo lo que el hombre y la mujer hacen tiene consecuencias, nada se queda sin efecto, todo lo que sembramos en la vida de otros y en nuestra propia vida, tarde que temprano nos da un fruto que podremos disfrutar o nos puede hacer muy miserables.

Creo que el pasado se debe quedar en el pasado, pero una vez que han sanado nuestras emociones, cuando hayamos aprendido a perdonarnos a nosotros mismos y a dar perdón a quienes nos han ofendido; una vez que hayamos renunciado al derecho de ofender al que nos ofendió primero. Esta es la mejor forma de que el pasado quede atrás para siempre.

En mis muchos años como maestra he visto a muchos niños y niñas que demostraban una condición de orfandad, reflejada en una profunda tristeza, como si estuvieran enfermos del alma. En algunos casos, ellos mismos me comentaban que estaban tristes porque sus papas tenían problemas muy grandes o que nunca veían a su papá, porque se había ido de la casa, algunos me decían que en casa no tenían que comer porque su papá no aportaba para los gastos.

He visto también a muchos padres de familia que cuando se separan de la madre de sus hijos, también se separan de ellos, los desconocen y los desprecian. Estos hijos e hijas que carecen de afirmación y de amor, son los más propensos a la depresión y al suicidio porque el vacío emocional que ellos llevan en su corazón de hijos, difícilmente lo podrá llenar otra persona y espero eso que algunos empiezan a llenar este vacío con alcohol, drogas, con malas amistades o con relaciones tóxicas.

También he conocido casos de ancianos que después de muchos años de no haber cultivado una buena relación con sus hijos, estos no responden cuando se trata de cuidar al padre en sus últimos años de vida, dejándolo a su suerte.

En una ocasión, escuchaba la queja de un conocido mío que decía que por más que trabajaba, el dinero no le alcanzaba, se le iba como agua entre los dedos, esto lo frustraba pues tenía compromisos que no podría cubrir. Como por un impulso yo le pregunte algo que lo dejo boquiabierto: sé que tienes hijos de tu primer matrimonio, le das dinero a tus hijos para sus necesidades más básicas? Con un poco de pena en su rostro me dijo: No, no les doy ni un solo peso. A lo que respondí: con razón, no te alcanza porque no puedes deshacer una responsabilidad legal y divina que tienes de cuidar y proveerle a tus hijos, al no hacerlo tus finanzas quedan sin protección, por eso no te alcanza. Con gusto he visto como este conocido entendió este principio, lo ha aplicado y su situación económica ha mejorado notablemente.

No sería más sencilla la vida mi estimado lector, si nos ocupamos de resolver algunos asuntos del pasado que aún nos provocan conflictos y dañan nuestras relaciones?

No sería mejor la vida para muchas familias, si ambos padres se dan una oportunidad para convivir con respeto y generosidad por el bien de los hijos?

Qué tal si tú te propones pasar la ofensa con la madre o el padre de tus hijos y vuelves a conectarte con ellos para estar presente en sus vidas, proveyendo para su bienestar; recordando que ellos son tu sangre y que son el más grande testimonio de tu paso por esta tierra.

Agradezco profundamente que hayas leído esta humilde reflexión mi querido lector, me despido compartiendo un párrafo de esta hermosa canción de nuestro José José. Hasta la próxima!!

"Tengo en la vida por quien vivir

Amo y me aman, soy feliz

Ya nunca más estaré

Solo y triste otra vez

Es el ayer, ya olvidé

Ya olvidé "

Elsa Oralia Cruz Guevara

Agradezco tus comentarios y aportaciones

elsitacruzita@gmail.com